La tala de árboles, denominada también como “deforestación”, consiste en la eliminación a gran escala de grandes porciones de bosque, anterior a su sustitución por otros usos del suelo.
Es debido a esta forma materialista de pensar que la tala de árboles en México fue durante muchos años vista como impulsora del desarrollo de la economía, ya que con ella se liquidaba el «capital» de un bosque, abriendo el camino para otras formas de beneficio, como la producción de alimentos, materia prima, energía o construcción de infraestructuras.
Una gran parte de la vida silvestre de México se encuentra en las selvas tropicales, cálidas y húmedas de la región sur. Los enormes árboles, los arbustos y las hierbas proporcionan alimento y hábitat a gran número de animales; y son, precisamente, este tipo de especies de flora las que más han resultado dañadas, en los últimos años, por la tala de árboles en México.
Como sabemos, los bosques almacenan cerca de 40% del carbono de la atmósfera global y la deforestación a contribuido a un aumento de alrededor del 30% de dióxido de carbono en las grandes ciudades de México.
La quema de los bosques es una de las principales causas de emisión de CO2 a la atmósfera. La acción del Hombre sobre el bosque consiste, esencialmente, en la deforestación, ha asumido, en las últimas décadas, proporciones muy preocupantes. Si se mantiene el actual ritmo de deforestación, una gran parte de las especies endémicas de México se verán afectadas seriamente.
Causas de la tala de árboles en México
La principal causa de la tala de árboles en México es la sobreexplotación de las materias primas procedentes de la selva en particular, la propia madera.
Además, existen otras causas importantes, como:
- El desarrollo industrial y urbano
- Crecimiento turístico
- Aumento de la superficie cultivada
- La construcción de infraestructuras.